Nikola Tesla fue físico, ingeniero mecánico, ingeniero electricista… y uno de los más grandes inventores de la historia.
Cómo otros muchos genios también fue una persona llena de manías -obseso de la limpieza, del número tres y de las palomas, entre otras-, pero sin sus aportaciones la historia del progreso no se habría escrito cómo la conocemos. A pesar de su trabajo -y cómo otros muchos visionarios-, vivió sus últimos años en la soledad de una habitación del neoyorquino Hotel New Yorker, en dónde murió en 1943 en el más absoluto olvido. En la actualidad, la ciudad en la que vivió sesenta años lo recuerda en la esquina de la calle 40 con la 6th Ave., junto a Bryant Park, el parque al que le gustaba ir a alimentar las palomas.
Y es que ha tenido que llegar el siglo XXI para que su memoria -y sobre todo sus descubrimientos y trabajos- se haya recuperado gracias a la admiración que por su figura han demostrado desde científicos a artistas, desde museos a blogueros, además de empresas y entidades de todo el mundo.
La exposición que desde esta semana puede verse en Madrid, Nikola Tesla, suyo es el futuro, se centra precisamente en el fenómeno Tesla y la recuperación de su visión para cambiar el mundo. Es, además, la muestra más importante y completa sobre el inventor serbio nacionalizado norteamericano realizada hasta la fecha, en la que se pueden contemplar numerosos objetos personales que salen a la luz por primer vez cedidos por el Museo Tesla de Belgrado.
Enmarcados en la exposición se celebrarán talleres -para niños, jóvenes y adultos-, en noviembre, diciembre y febrero.
Nikola Tesla, suyo es el futuro
Cuándo: Del 13 de noviembre al 15 de febrero de 2015. Dónde: Espacio Fundación Telefónica. Fuencarral, 3. Horario: martes a domingo, de 10:00 – 20:00. Lunes cerrado, además de los días 25 de diciembre y 1 y 6 de enero. Entrada libre
Cómo llegar: Metro Gran Vía
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